“No puedo definir al espacio como tal si no tiene luz natural” Louis Kahn

Hoy vamos a hablar de la luz natural y sus beneficios. Para casi todo el mundo pueden ser evidentes, puesto que quienes la pueden disfrutar en sus casas no conciben vivir sin ella y quienes no la tienen, la echan de menos y aprovechan a salir a la calle en cuanto sale el sol.

Todos buscamos la mayor iluminación natural en nuestras casas y espacios de trabajo, tanto los arquitectos y técnicos que los diseñan, como los usuarios que disfrutamos de sus ventajas y beneficios, que no pueden compararse a ningún otro sistema de iluminación artificial. Por muy avanzada que esté la ciencia, la naturaleza nos sigue superando en casi todo y hay que aprovecharla de manera responsable mientras podamos.

Gracias a la luz natural podremos percibir una mayor amplitud de tonalidades. Además, genera dinamismo, ya que cambia a lo largo del día y durante el año, regulando nuestro cuerpo en los ciclos de día y noche y adaptándolo a los cambios estacionales.

Podemos afirmar que tendremos suerte si disponemos de mucha luz natural en nuestra casa pero es que, además, nos supondrá importantes beneficios:

–          BENEFICIOS PARA LA SALUD.

Según los estudios, la mayoría de las personas pasan el 90% de su vida en espacios interiores (este es el momento en que reflexionamos sobre nuestro estilo de vida y, lamentablemente, sacamos en claro que tienen razón L ). Pero es que, además, los espacios que ocupan suelen estar iluminados de manera artificial y pueden ver su salud afectada de manera negativa. Que la luz natural es necesaria para disfrutar de una buena salud no es nada nuevo. Ayuda a mejorar el estado anímico a la vez que evita la aparición del estrés, de la ansiedad y de la depresión; mantiene activas las defensas previniendo la aparición de diversas enfermedades; regula los ciclos del sueño ayudando a un mejor descanso; ayuda en gran medida en la producción del cuerpo de Vitamina D; produce menos fatiga visual, etc.

–          BENEFICIOS ECONÓMICOS.

Sí, como lo leéis. No debemos olvidar que es una energía gratuita que nos aporta luz y calor. Una buena iluminación natural en el interior de las viviendas puede suponer un ahorro del 40% en la factura de la luz, lo que será un ahorro mensual para nuestros bolsillos y nos permitirá aumentar la vida útil de la instalación eléctrica y, con ello, reducir sus gastos de mantenimiento.

En definitiva, lo que podemos sacar en claro es que la luz natural sólo nos aporta beneficios, tanto a nivel de confort en nuestra casa y en nuestro trabajo, como a nivel de ahorro energético y responsabilidad con el medio ambiente, lo que además repercute directamente en nuestros bolsillos.